Mónica Contreras Moreira
En la mayoría de los países de Europa, la enfermería ha carecido históricamente de vías oficiales para desarrollar su carrera investigadora y profesional. Décadas de esfuerzo han posibilitado que, afortunadamente, el panorama actual sea más optimista y las enfermeras españolas en el siglo XXI dispongan de un horizonte alentador con mayores posibilidades de desarrollo profesional. Su carrera académica cuenta, desde los acuerdos de Bolonia y el denominado Espacio Europeo de Educación Superior, con un horizonte común al de otras titulaciones universitarias, lo cual permitirá el avance de la disciplina Enfermera. En 1987, el FIS (Fondo de Investigación Sanitaria) posibilitó a los profesionales de enfermería solicitar ayudas a proyectos de investigación como Investigador Principal, al definir como criterios para la financiación las competencias en investigación y la calidad de los proyectos. En 1996, este mismo organismo creó un grupo multidisciplinario para la elaboración de un documento sobre “Investigación en Enfermería”, documento que hacía recomendaciones específicas para estimular y desarrollar la integración de la investigación enfermera en el Sistema Nacional de Salud, teniendo en cuenta las recomendaciones dadas por la Unión Europea. Este hito posibilitó que desde entonces la investigación en enfermería en España pudiera contar con el apoyo del FIS, institución pública para la investigación biomédica por excelencia. Entre 1989 y 2000, se enviaron al FIS 602 proyectos de investigación en enfermería (el 3.04% del total), y de éstos se financió el 38.2%. El número de proyectos enviados aumentó entre 1996-1998, de 55 en 1995 a 108 en 1998. Los tres temas de investigación más prioritarios, según un estudio de 1999, eran “evaluar la calidad de los cuidados de enfermería en los diferentes niveles asistenciales”, “analizar la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales para la continuidad de los cuidados enfermeros”, y “evaluación de los instrumentos utilizados en la medición de las actividades de enfermería”. En España, entre 1996 y 2005, la investigación en cuidados de salud tuvo una escasa presencia, representando un 4,03% (n=704) de los proyectos presentados a las convocatorias del FIS. De los 704 proyectos presentados, se financiaron 196 (el 27,8%). La causa predominante de denegación se relacionó con el diseño, que se consideraba inadecuado en el 68% de los proyectos. El 87% (n=498) de los investigadores principales (IP) eran Diplomados Universitarios en Enfermería (DUE) como primera titulación, el 20% (n=437) de éstos tenía una segunda titulación universitaria y de éstos, el 14% (n=88) tenía el doctorado terminado. Entre 1996 y 2000 se publicaron 86 proyectos de investigación. Tanto en Atención Primaria como en especializada, según un estudio del año 2004, no existían diferencias en cuanto a la dedicación de enfermeras a la investigación, siendo ésta escasa en cualquier caso. El 7% (n=130) de los centros de Atención Primaria y especializada consultados (n=130) tenía una ó dos enfermeras con dedicación completa a la investigación, y el 32,5% con dedicación parcial. El 39% de los centros (n=49) tenían proyectos liderados por enfermeras. Más de la mitad de los centros no contaba con ningún proyecto financiado por una agencia externa (FIS, etc.).
En septiembre de 2007, con la aprobación del VI Plan Nacional de Investigación Científica, Desarrollo e Innovación Tecnológica 2008-2011 se contempla, como parte de su acción estratégica en salud, el apoyo a cinco aspectos:
La puesta en marcha de este plan supone una clara oportunidad para que los profesionales de enfermería, puedan impulsar sus iniciativas de investigación. La articulación de este Plan, en el caso del apoyo a la investigación de las profesiones sanitarias, pasa de nuevo por el FIS. De la Acción Estratégica en Salud se derivan subprogramas, que a su vez ofrecen diferentes modalidades de ayudas a la investigación.
Es importante que el profesional de enfermería que se plantee investigar en cuidados de salud, conozca y sepa que cabe la posibilidad de contar con el apoyo institucional para llevar a cabo su proyecto. Se ofertan ayudas a la formación, a la contratación de personal, a proyectos de investigación, a la mejora de las infraestructuras para la investigación, a la incorporación a redes formales de investigación, etc. Las ayudas más reseñables para profesionales de enfermería que quieran llevar a cabo un proyecto de investigación son:
El resto de modalidades de ayuda se encuentran en la página web http://www.isciii.es/htdocs/aes/index.htm , así como toda la información sobre plazos, solicitudes y seguimiento. Un documento resumiendo dichas ayudas puede ser consultado en: http://www.isciii.es/htdocs/redes/investen/pdf/guia_ayudas_2008.pdf
Estamos ante un momento clave para la enfermería en nuestro país, y sólo debemos aprovechar este empuje institucional para que los cuidados de salud ganen protagonismo en nuestro sistema sanitario, en nuestras instituciones, y sobretodo se dirijan a contribuir al bienestar de nuestros pacientes y la población.