Nuevos espacios de formación e investigación

Espacio Europeo de Educación Superior y Espacio Europeo de Investigación son dos términos que se están convirtiendo en habituales en todos los foros donde se discute hacia dónde va la Enfermería. Nuestra integración en el contexto europeo pasa por asumir la necesidad de políticas comunes de formación y desarrollo profesional, que permitan, no sólo el intercambio de profesionales, sino, lo que me parece más importante, el intercambio de conocimiento. En este contexto, el Aprendizaje Basado en Problemas y la Práctica Basada en la Evidencia se muestran como herramientas eficaces para el desarrollo de nuestra profesión.

La Enfermería del siglo XXI es una profesión de servicios que proporciona cuidados de calidad, de forma autónoma dentro de un equipo de salud, aplicando los conocimientos y las técnicas específicas de su disciplina adquiriendo un sólido compromiso con la sociedad. La formación deberá dar una respuesta ajustada a estas necesidades que, lejos de fundamentarse en la creencia, el altruismo o la buena voluntad, necesita incorporar los principios básicos de la Filosofía de la Ciencia. Precisa, por tanto, un entrenamiento en la puesta en práctica de actuaciones basadas en la mejor evidencia científica disponible, donde la pericia profesional y la preferencia del paciente se configuren como elementos imprescindibles a la hora de proporcionar un cuidado que, en último termino, pretende ayudar al individuo, familia y grupos a conseguir e incrementar su propio potencial físico, psíquico y social.

El Aprendizaje Basado en Problemas y la Enfermería Basada en la Evidencia comparten los fundamentos que acabamos de destacar. Formación e investigación aparecen así íntimamente ligados a otro de los principios que fundamentan este espacio europeo común: el aprendizaje a lo largo de la vida. No tiene sentido un saber académico que no esté íntimamente relacionado con su utilidad y aplicabilidad concreta, tanto en el campo de las técnicas como en el del comportamiento y valores éticos. Es clave que el alumno aprenda a encarar todo tipo de situaciones, a priorizar problemas, información, a tomar decisiones, a evaluar su actividad, a adaptarse a un mundo cambiante en todos los órdenes. Estos aprendizajes son imposibles si no hay una participación activa y plena del alumno.

La Práctica Basada en la Evidencia se considera un componente esencial para promocionar la excelencia de los cuidados. Su objetivo último es realizar las intervenciones adecuadas, en el momento preciso, con un nivel de excelencia y garantizando la seguridad de la práctica clínica a partir de la toma de decisiones concretas. El Aprendizaje Basado en Problemas se sitúa en una línea paralela, en cuanto a metodología docente. En su puesta en práctica se pretende la excelencia en el proceso aprendizaje-enseñanza, en la medida en que propicia en el alumno un aprendizaje profundo, donde el conocimiento es interiorizado a partir de un proceso de reflexión y elaboración personal, compartido con el grupo.

Desde los cimientos del pensamiento científico precisamos construir un edificio con sólidos pilares, donde ciencia y humanismo, eficiencia y efectividad, inquietud e incertidumbre se entremezclen a medida que se avanza hacia la cima. Una cumbre sobre la cual se halla la excelencia en el cuidado tanto en el contexto educativo como profesional.