¿Impacto científico o impacto social?

La investigación en Ciencias de la Salud debe producir resultados que sean útiles al sistema sanitario, entendido este como el conjunto de recursos humanos y materiales y usuarios que se relacionan con el fin de promover o recuperar la salud y prevenir o curar la enfermedad. En este sentido, el impacto de la investigación debe ser lo más amplio posible y alcanzar a todos los agentes interesados en aplicar las conclusiones alcanzadas a partir de los resultados.

Cuando los resultados de una investigación se difunden en revistas muy especializadas o en foros de expertos alcanzan tan sólo a unos destinatarios interesados en mantener el poder del conocimiento especializado. Sin embargo, en la era de la práctica basada en la evidencia, la diseminación del conocimiento a través de los diferentes sistemas de información y la opinión de los usuarios, junto con el uso racional y eficiente de los recursos, obliga a un cambio de paradigma también en la difusión de los resultados de la investigación.

Denise Gastaldo, de la Universidad de Toronto, nos contaba hace poco como se habían planteado la difusión de los resultados de una investigación acción sobre el acceso al sistema sanitario del colectivo de mujeres inmigrantes que vivía en dicha población canadiense. La elaboración de una página web con información acerca de cómo vencer las barreras de acceso que sufren estas mujeres inmigrantes de hasta 13 nacionalidades, o la redacción de un libro de poemas con los discursos de dichas mujeres producidos durante el estudio, había convocado la atención de los medios de comunicación, que se interesaron por los resultados de la investigación y por las repercusiones políticas y sociales que dicha investigación había provocado. La investigación, para esta profesora, debe remover situaciones de equidad en el acceso a la salud, haciendo partícipes y responsables a los propios afectados.

Si además tenemos en cuenta, que cada vez de manera más generalizada las enfermeras abordan con métodos cualitativos los problemas de investigación que surgen en su práctica cotidiana, y que el número de publicaciones especializadas en esta disciplina que cuenten con factor de impacto elevado es escaso, quizá deberíamos preocuparnos más por no seguir el patrón del paradigma tradicional de la práctica médica. El reconocimiento profesional y científico es importante. La competencia en investigación puede ser también un acicate para avanzar en el descubrimiento de cada vez mejores instrumentos para hacer frente a los problemas de salud predominantes. Pero será necesario, ser muy conscientes de qué tipo de investigación desarrollamos y a quién beneficia, para no olvidar que los resultados de la investigación deben tener ante todo un impacto en la salud mundial.