María Teresa Meneses Jiménez
La enfermería empieza un nuevo curso y comenzamos un otoño lleno ilusiones y expectativas. Cuando en el cambio de estación la hoja se debilita y cae, la enfermería comienza con nueva savia e intereses renovados. De nuevo nos encontramos metidos en la vorágine enfermera que nos rodea, nos envuelve y nos empuja a continuar, una necesidad insaciable de mejorar la calidad de cuidados de los pacientes, nuestros conocimientos y habilidades prácticas y la mejora de nuestras condiciones laborales. En la actualidad, la necesidad de asistir a congresos científicos de enfermería, es una cuestión indudable en un mundo donde las relaciones internacionales son cada vez de mayor importancia y donde los intercambios de conocimientos a través de esta nueva forma de comunicación de la excelencia, para el reconocimiento de nuestra profesión. La creciente importancia de la asistencia a este intercambio de conocimiento de larga tradición anglosajona ha repercutido en nuestro país, donde afecta más o menos directamente a los diversos campos y especialidades enfermeras.
Lo que pretendemos con este artículo es analizar los motivos principales por los cuales un profesional enfermero debería asistir a congresos científicos, partiendo de la base de que siempre es una experiencia de aprendizaje y una instancia para compartir con personas que desarrollan las mismas tareas en otras instituciones, creando lazos profesionales y, en muchos casos, de amistad.
La idea de que las enfermeras deben poner en común sus conocimientos se arraiga cada vez más, encontrándonos en la necesidad de investigar nuestra propia realidad para poder introducir mejoras y avanzar con fundamentos. Por ello, cada año la oferta de congresos tanto nacionales como internacionales va en aumento, la realidad profesional nos dice que debemos asistir, se nos plantea un nuevo reto profesional un nuevo desafío que la enfermería española comienza a incluir en sus agendas. Definitivamente, la asistencia a estos encuentros es importante, a nivel general y nivel personal.
De forma general, los congresos son eventos que motivan a los profesionales de una determinada área a reunirse, para intercambiar experiencias, tener la oportunidad de una puesta al día, conocer hacia dónde va la ciencia en la especialidad que nos desenvolvemos, e incluso, aprovechar las circunstancias para disfrutar los lugares elegidos en donde se realizan dichos eventos. Ahora bien, y a nivel personal, ¿por qué o para qué necesita un profesional enfermero asistir a congresos enfermeros? Las razones las podríamos encuadrar en tres apartados:
En primer lugar nuestra profesión nos obliga a adquirir nuevos conocimientos para llevarlos a la práctica en nuestros trabajos, debemos mantenernos en una actitud de continuo reciclaje personal, siendo también deber nuestro, compartir estas experiencias que mejorarán nuestros actos profesionales. La enfermera que a nivel personal acude a los distintos foros de intercambio científico debe desarrollar la capacidad de envolver, de implicar al resto de compañeras, compartiendo las nuevas ideas de perfeccionamiento adquirido mediante la asistencia a los foros científicos. Para aquellas escépticas que puedan ver la asistencia a los congresos como una merma en su economía doméstica, debemos decirle que nada mas lejos de la realidad, puesto que el gasto ocasionado por la inscripción y asistencia, bien pronto se vera recompensado por la adquisición de conocimientos, por la mejora de la carrera profesional y por el intercambio de personas y saberes de diferentes contextos. Sin olvidarnos de la vertiente lúdica, que nos ayuda a conocer la geografía española y mundial, ya que al asistir a los congresos organizados en los diferentes puntos donde una enfermera tenga voz, realizaremos un conocimiento in situ del lugar, de sus costumbres, cultura, arquitectura, gastronomía, y procederemos de esta forma a una desconexión positiva del centro del trabajo habitual al cambiar nuestra rutina laboral.
Quizá la necesidad de obtener conocimientos de forma científica para acceder a todo tipo de avances relacionados con nuestra profesión enfermera, de cara a un reciclaje rápido e inmediato, es la primera necesidad que se nos viene a todos a la mente. Y no es de extrañar, puesto que la gran mayoría de avances y novedades de la práctica asistencial se abren paso por primera vez en estos foros enfermeros, donde además de compartir nuestras experiencias profesionales, compartimos ideas para mejorar el futuro de la enfermería respecto al cuidado y al desarrollo de nuestra profesión.
Para podernos hacer una idea de hasta qué punto es así nada mejor que conocer datos objetivos acudiendo a estos eventos científicos. Tanto es así que, actualmente, cualquier profesional que quiera estar al día necesita irremediablemente incluir en su agenda de trabajo la asistencia a ciertos congresos de relevancia científico-técnica para estar informado de los rápidos avances que están teniendo lugar en su área de conocimiento, realidad que afecta de lleno al profesional enfermero de cualquier área de la Salud.
Así, coincido con el doctor Pedro Herskovic, y también yo opino que aquellos profesionales que deciden incluir en su agenda con cierta regularidad la asistencia a congresos, comprueban, además, que puede desarrollar una percepción de cómo nos comparamos con instituciones similares, nuestro nivel de trabajo y las mejoras que podemos incluir en nuestra labor asistencial. Las conferencias, presentaciones de trabajos de investigación, reuniones y la conversación informal con enfermeras de otras comunidades, países, e incluso continentes van conformando en la mente enfermera una apertura de mente, un cambio de actitud hacia la mejora de cuidados en todos los campos de nuestra profesión, y que estos intercambios científicos, nos proporcionan la certeza que la enfermería desde las Escuelas de Enfermería hasta las enfermeras dedicadas a trabajos de postdoctorado tienen una gran cantidad de similitudes en los lugares más diversos de nuestra geografía. Como el doctor Herskovic apunta: “las dificultades que enfrentamos son muy parecidas y trascienden las barreras geográficas, económicas, lingüísticas y religiosas”. Es importante ver cómo se repiten las coincidencias y la búsqueda de soluciones en hospitales grandes y pequeños, en áreas de atención primaria de salud con diferentes poblaciones, en universidades grandes y pequeñas, ricas y pobres, famosas y poco conocidas.
Con la asistencia a los congresos enfermeros, podemos percibir la existencia de un gran esfuerzo colectivo por superar los problemas utilizando un enfoque sistemático, investigando, compartiendo y aplicando la mejor evidencia disponible a la solución de los problemas. Evidentemente, todo este despliegue no es producto de la casualidad, sino una clara muestra de la innegable importancia que día a día va tomando de la enfermería en cada uno de los aspectos relacionados con la salud. La enfermería, presente en la comunidad científica, no se ha quedado atrás en esto, y año a año se realizan aportes en diferentes reuniones científicas, algunas de ellas cumpliendo papeles muy relevantes en la comunidad nacional e internacional. La enfermería española conforma claramente una fuerza visible y reconocida en el concierto internacional.
Existe una gran variedad y calidad de congresos y jornadas que se convocan anualmente, tanto en nuestro país como fuera, donde podemos aprender, compartir y disfrutar, serán las necesidades de cada enfermera o de cada institución las que guiarán la asistencia a cada una de las reuniones científicas. A modo de conclusión, me gustaría una vez más, recalcar la importancia que la asistencia a estos encuentros de enfermería tiene, tanto a nivel personal como a nivel general, y ojalá cada vez más enfermeras se incorporen a esta verdadera corriente internacional que busca mejorar la formación y el cuidado a través del intercambio de las nuevas generaciones de enfermeras. Es estimulante ver esta comunidad empeñada en saber más, compartir sus experiencias y ser cada vez mejores para beneficio de los estudiantes, la enfermería profesional, docente e investigadora y, lo que es el gran objetivo final, los cuidados de salud de la población.