Estructuras de poder: dificultades en la investigación enfermera

Cuando abordamos la investigación en enfermería y planteamos la situación en la que se encuentra es siempre necesario plantear una visión de la evolución histórica que se ha producido que nos permita poder comprender y analizar el momento en que nos encontramos así como plantear estrategias de desarrollo.

En este recorrido histórico salen a la luz aspectos del sector sanitario y del sector educativo que han producida, y algunos aun producen, dificultades estructurales para el desarrollo del ámbito científico en la profesión enfermera. Sin embargo con frecuencia obviamos otros aspectos que dificultan enormemente el rol investigador de las enfermeras y cuyo abordaje requiere estrategias diferentes a los anteriores.

He tenido el privilegio de conocer a enfermeras que tras superar las dificultades estructurales que le han dificultado tener una formación en investigación que les capacitase para liderar proyectos de investigación y tras superar los escollos que las líneas de investigación prioritarias centradas en aspectos muy biologicistas ponen para incluir campos de abordaje enfermero, han logrado tener en marcha investigaciones subvencionadas por entidades públicas.

Sin embargo, en ese momento, cuando tras la ayuda concedida una tiene la sensación de que las mayores dificultades han sido solucionadas, surgen otras nuevas, y no propias del desarrollo de la investigación, que ponen en evidencia las importantes estructuras de poder existentes dentro del ámbito sanitario.

Recientemente hablaba con una enfermera sobre esas dificultades, los primeros obstáculos partían de la propia dirección de enfermería al no estar ella dentro de la investigación, probablemente no tengamos todavía muy claro que labor tiene el equipo investigador y quien lo tiene que formar, esas dificultades se trasladaban a otros ámbitos más bajo cuando se solicitaba la colaboración de las enfermeras de otra planta para recoger los dato y se extendía entre el colectivo médico del hospital cuando señalaba cuestiones éticas al proyecto y mucho cuidado con que el desarrollo de la investigación pudiera enlentecer en algo su consabido trabajo.

Esas dificultades las he visto plasmada en otras enfermeras que meten a jefes de servicio en sus investigaciones, aunque saben que no van a realizar ninguna labor del equipo investigador, para así evitar que les boicotee el estudio o a las críticas a por partes de los propios compañeros hacia enfermeras que logran con grandes dificultades plantear rigurosos estudios porque ellos no han hecho la investigación pero si quieren estar en la divulgación de los resultados.

Sin embargo probablemente la gota que colma el vaso sea cuando un especialista médico del mismo hospital en el que se estaba realizando la investigación, plantea realizar una investigación, que siendo una replica de la que se está haciendo, no solo no tiene dificultades para realizarla sino que desde el ámbito enfermero y desde otros ámbitos se le da todas las facilidades posibles.

Estas dificultades lo que nos muestran es que estamos en un sistema sanitario totalmente jerarquizado que nosotras también reproducimos y en el que las enfermeras no pueden ni deben meterse en ámbitos de reconocido prestigio puesto que el prestigio es algo que va unido al poder. Mientras no seamos conscientes de ello, lo visualicemos y planteemos modelos emergentes, estos hechos solo nos llevan a “quemarnos” algo que debemos a través del conocimiento de la realidad evitar.

Juana Robledo Martín