La experiencia investigadora como clave para empezar a investigar

Recientemente el Fondo de Investigación Sanitaria (perteneciente al Instituto Carlos III) ha hecho público la resolución provisional de concesión del subprograma de proyectos de investigación en salud del año 2008. Una tiene la sensación que la crisis se ha hecho sentir en las ayudas y que a menos recursos es más difícil es obtener una subvención. Sin embargo no es este el tema que quisiera abordar en esta editorial sino en la revisión de estos proyectos por parte de especialistas en el tema.

Los proyectos presentados una vez pasados los trámites burocráticos son admitidos en la convocatoria y revisados por expertos de cuyas aportaciones, la mayor parte de las veces enriquecedoras, uno siempre aprende. Ese aprendizaje es una de las contrapartidas que te da el laborioso trabajo de presentar un proyecto al FIS con todos los trámites burocráticos que acarrea, ya que cuando tu decides involúcrate en ese costoso proceso porque consideras que ese proyecto de investigación debe realizarse y solicitas una ayuda para llevarlo a cabo sabes que pueden ocurrir dos cosas:

  1. Que obtengas la ayuda para poder realizar la investigación en cuyo caso los esfuerzos en esta primera parte han sido recompensados
  2. Que la ayuda no sea concedido, en cuyo las anotaciones que los expertos te señalen como causa de la denegación, te van a permitir considerar aspectos que tu no habías tenido en cuenta y estas aportaciones son un punto de partida para mejorar tu proyecto y poder presentarlo a otras convocatorias.

En la última convocatoria al leer en varios proyectos las causas de la denegación ha aparecido de manera bastante frecuente frases como “el equipo de investigación carece de experiencia investigadora” “las publicaciones de la investigadora principal no tienen impacto” “equipo que no refleja actividad investigadora propiamente dicha” “equipo con una composición adecuada pero con muy escasa experiencia investigadora”.

Estos motivos de denegación me recuerdan a la situación en la que una está cuando acaba de terminar la carrera y va a buscar trabajo siendo rechazado porque no tiene experiencia y uno dice: “cómo la voy a adquirir si no me dan al oportunidad”.

Los motivos señalados por los expertos reflejan la situación en la que nos encontramos en investigación enfermera de la me gustaría resaltar dos cuestiones:

Considero que se debería de tener más precaución, considerando la situación de la investigación enfermera, al señalar como causa de denegación la escasa experiencia investigadora ya que uno no podrá tener nunca experiencia sino le dan la oportunidad de adquirirla. Pudiendo convertirse esto en una fuente de desmotivación, algo que no nos podemos permitir teniendo en cuenta el escaso número de proyectos de investigación en el que el investigador principal es enfermero. Por otro lado deberíamos preguntar ¿Cuántas revistas de investigación en enfermería hay en España con factor impacto? Es bueno que nos evalúen pero que no nos pidan, hoy por hoy, algo imposible.

Juana Robledo Martín