Me parece más encomiable si consideramos las dificultades que se han tenido que superar. Así este proceso se ha tenido que realizar, en muchas ocasiones, compaginándolo con el trabajo bien en el campo de la docencia, asistencia o investigación; superando importantes trabas, algunas estructurales, como la imposibilidad de acceder a ello por la disciplina enfermera, lo que ha obligado ha formarse en disciplinas afines pero no propias de la enfermería; y subsanando las dificultades personales propias de compaginar la enorme dedicación al proceso junto con las situación familiar de cada unas de ellas.
La enfermeras a lo largo de nuestra historia hemos sido capaces de ir quitando obstáculos, obstáculos impuestos desde arriba y que llevan muchos años pesando sobre nuestras espaldas, hemos buscado salidas, y aunque éstas supusiesen un enorme esfuerzo, hemos avanzado en ellas y esto es un claro ejemplo.
Este hecho con evidentes repercusiones a nivel personal, creo que tiene también importantes efectos a nivel de la profesión, uno de los más evidentes e inmediatos en el campo de la docencia con la adaptación de las escuelas de enfermería a la nueva titulación de grado y las modificaciones a nivel de formación del profesorado que ello va a suponer.
Por otro lado el doctorado nos capacita para investigar y para liderar proyectos de investigación, por lo que estas doctoras supondrán, sin duda, un enorme avance en la investigación enfermera que acabará redundando en una mayor evidencia científica en la labor asistencial de la enfermería.
El camino recorrido en este desarrollo académico puede compararse por una montaña que uno va ascendiendo, el trayecto es largo y con algunas cuestas empinadas, aunque si logras encontrar momentos de descanso, donde puedas sentarte y mirar para atrás viendo lo que has recorrido, te permitirá disfrutar y ser más consciente del trayecto realizado, según vas subiendo se van abriendo nuevos bosques, nuevos campos y descubres flores que abajo no habías visto, una vez arriba cuando por fin se alcanza la cima puedes contemplar un paisaje en el que divisaras nuevas montañas, algunas más bellas y empinadas que las que has recorrido, pero con la ventaja de llevar en tu mochila una experiencia y un conocimiento que la que acabas de escalar te ha dado para poder afrontar la siguiente. A todas las compañeras que han lograr subir a la cima mi más sincera enhorabuena, enhorabuena por el camino recorrido, enhorabuena por el esfuerzo realizado, y enhorabuena por las dificultades superadas. Los frutos se irán poco a poco recogiendo.
Juana Robledo Martín