En el ámbito de las ciencias de la salud la enfermería es una disciplina científica entendiendo ésta como “la perspectiva diferenciada con que cada campo del saber contempla los fenómenos objeto de su interés y que resulta distinta de la mirada con que, desde otras áreas del conocimiento, pudiera también analizarse”(1).
Ello nos lleva a considerar que los profesionales de enfermería somos los únicos que podemos demostrar la idoneidad de los cuidados enfermeros que prestamos a la población, esa búsqueda de la mejor práctica profesional nos debe llevar a desarrollar líneas propias de investigación que nos lleven a plantear nuevas hipótesis cuya constatación aumenten los conocimientos de la ciencia enfermera. La unión entre el conocimiento generado y la mejora asistencial es una conexión que tenemos que afianzar.
La investigación produce mejoras importantes a nivel de los profesionales que la desarrollan pues supone una actualización de conocimientos, un incremento de la capacidad de análisis y el desarrollo de un espíritu crítico, lo cual contribuye a la mejora de la labor asistencial que realizan.
A nivel de las organizaciones sanitarias produce mayor eficiencia en sus procesos asistenciales, y obtención de mejores resultados clínicos, generando una mayor eficiencia y por tanto un ahorro en los costes de la atención sanitaria
Es por ello que como profesionales de una disciplina científica debemos realizar investigaciones que tengan repercusión en nuestro campo de conocimientos, permitiéndonos crecer como profesión y mejorando los cuidados que prestamos a nuestros pacientes.
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