Francisco Pleite Gómez
PROGRESAR
Mejorar, hacer adelantos en determinada materia
La investigación como toda labor humana, es un fenómeno complejo que a lo largo del tiempo ha tenido diversas consideraciones.
Es importante porque, entre los muchos valores que incorpora, es una actividad que aumenta el conocimiento, con lo cual se adhiere en lo más hondo del ser humano, sirviendo para superar los problemas que los profesionales se encuentran en su actividad diaria.
Durante años, los sectores más progresistas, activos y comprometidos de la Enfermería reivindicaban y reclamaban la necesidad de investigar.
Afirmaban que el 85% de las vidas salvadas a los diabéticos era consecuencia del autocuidado y de los cuidados de las enfermeras. Se debía investigar más en ello.
Configuraban la investigación como un necesidad doble, por un lado como un elemento de mejora de la asistencia sanitaria y de la seguridad del paciente y por otro como un elemento del desarrollo profesional de la enfermera.
En ello estaban cuando en el año 2003, tras un largo camino por el desierto del olvido y de la “sinrazón”, se publican tres leyes transcendentales para el Sector Sanitario:
Estas leyes configuran la investigación realizada por enfermeras y la innovación científica como principios fundamentales para el desarrollo de los servicios sanitarios, como una función esencial de todas las profesiones sanitarias y como una facultad del personal estatutario de los servicios de salud en una doble vertiente: derecho a investigar por ser una función propia de la profesión enfermera y deber de investigar cuando la institución o la unidad en la que se presta servicios de Enfermería así lo requiera o lo necesite.
El cambio impacta e impresiona a muchas enfermeras. La investigación deja de ser una reivindicación para ser una obligación legal para los profesionales sanitarios que prestan sus servicios en el Sistema Nacional de Salud.
El siguiente paso no va a ser fácil pero es imprescindible e inevitable:
“Hacer entender a los gestores que la investigación realizada por las enfermeras debe pasar a ser una tarea más a realizar durante la jornada laboral pactada y retribuida”.
Es urgente para la mejora de la calidad de la asistencia sanitaria, de la seguridad de los pacientes y por tanto para el progreso de la sociedad en su conjunto.