La investigación enfermera en las terapias complementarias

Jesús Carrillo Vigueras

En los últimos años hemos asistido a un renacer de la investigación en terapias complementarias basadas, muchas veces, en técnicas de la medicina tradicional de diferentes culturas. La profesión enfermera ha aprovechado su visión holística para observar en primera persona este tipo de comportamientos. Básicamente, por ser un aspecto que la Antropología de la Salud ha sabido plasmar adecuadamente y por ser este tipo de estudios académicos los que posibilitaron a la enfermería acceder al grado académico superior sin necesidad de revalidar estudios ya superados. Desde esta atalaya y con los complementos formativos proporcionados tanto por universidades como por fundaciones se nos ha permitido explorar un mundo cercano y muchas veces oculto a la luz de la “realidad científica” cuantitativa.

La cercanía de la profesión enfermera a las personas permite un intercambio de información, basado en la proximidad, que no poseen otras profesiones, esta inmediación hace que la relación terapéutica establecida sea de doble vía. Por una, la de relación de ayuda y establecimiento de unos cuidados adecuados para el individuo y la familia y, por otra, una relación de confidencialidad e información, fundamentada en el respeto mutuo y en la privacidad del intercambio. De esta segunda relación afluyen gran cantidad de tradiciones, la gran mayoría orales, que se transmiten de generación en generación y que tienen mucho que ver con el mantenimiento y recuperación de la salud de las personas.

Es precisamente en este último punto donde se centran la gran mayoría de las investigaciones que hoy día se llevan a cabo por parte del colectivo enfermero en su aspecto más cualitativo. No obstante, también afloran los semblantes cuantitativos de la profesión que desde su matiz biomédico no dejan atrás temas tan importantes como la replicación de los estudios que se han realizado.

De la aproximación de todos los factores surge una indagación profunda en terapias alternativas o complementarias por parte de las enfermeras y enfermeros que se dedican a la práctica asistencial e investigadora y buscan respuestas alternativas a un sistema biomédico intervencionista y fuertemente medicalizado (1). Nace de esta forma una riqueza de respuestas que complementan desde el aspecto cultural las opciones que la evidencia científica coloca en la cosmogonía de nuestro ámbito enfermero. Dentro precisamente de ese tesoro de opciones están alcanzando un gran auge la indagación en las prácticas tradicionales autóctonas o bien adquiridas de otras culturas. El uso de técnicas con origen oriental es lo más abundante entre las investigaciones que se llevan a cabo de esta índole. Estos métodos se empezaron a estudiar por parte de las enfermeras anglosajonas y del norte de Europa desde hace más de 25 años, en su práctica habitual para la prevención de multitud de problemas y enfermedades con sus usuarios y, fruto de sus investigaciones, plasmaron en sus comunicaciones los primeros signos de evidencia científica en el trabajo realizado.

Afortunadamente, ha sido tomado el testigo por parte de los investigadores e investigadoras nacionales que, retomando aspectos poco profundizados en estas primeras exploraciones y ampliando los objetivos de sus estudios preliminares, han conseguido finalizar sus investigaciones de manera excelente y han incorporado su evidencia y su conocimiento en la aplicación de unos cuidados de excelencia entre la población española.

Una de las conclusiones más destacable de muchos de esos trabajos ha sido que devolver el control de la salud a los usuarios como protagonistas de sus decisiones no tiene que ser una opción sino una obligación por parte de los profesionales y la propia administración sanitaria, conclusión a la que personalmente también hemos llegado el grupo investigador al que pertenezco y que estudia cómo el Taiji Quan y el Qigong tienen la capacidad de cambiar los hábitos de los usuarios haciéndoles individuos más saludables e independientes en su ámbito laboral y familiar.

(1). Mozo C. Aportaciones y potencialidades de la Antropología de la Salud. Revista andaluza de Antropología. Sep 2013.9(5):1-11